Cuando el modo de ver el problema termina por convertirse en el problema.

Tus ideas y creencias condicionan la forma en que interpretas el mundo y, en consecuencia, cómo haces frente a la dificultad. En ocasiones, es esta interpretación la que, en vez de ayudarnos a adaptarnos a una realidad siempre cambiante, nos encastra, limitando nuestra capacidad de encontrar una solución eficaz a las situaciones problemáticas. Percepciones, emociones y pensamientos comienzan así a generar respuestas poco apropiadas a la situación, en un círculo vicioso que está en el origen de gran parte del sufrimiento de las personas.

Mi trabajo consiste en ayudar a las personas a identificar estas respuestas poco funcionales, abriendo el espacio a nuevas posibilidades más útiles y viables a las circunstancias de vida. Un proceso de toma de consciencia desde donde generar nuevos equilibrios, más adaptativos y saludables.